Abdominales, “A por ellos”

Frecuentando los gimnasios es habitual escuchar muchas afirmaciones relacionadas con los abdominales.

Entre las muchas, una que me llama particularmente la atención es la siguiente:

“Por muchos aeróbicos y abdominales que hago la tripa no baja”.

¿Cómo dar solución a esto?

La respuesta, probablemente, esta escondida en la misma pregunta.

Hablando de aeróbicos es suele entender unos 30/40 minutos de ejercicios como carrerabicicleta,elípticaremo ergómetro, clases de grupo.

Con todas estas prácticas se obtiene como respuesta un acondicionamiento cardiovascular general, particularmente intenso en el tren inferior, junto a un aumento del tono muscular.

Si además de todo esto se quiere también conseguir adelgazar es imprescindible mantener una  frecuencia cardiaca adecuada (65/80% FCM).

Manteniéndose durante el tiempo del ejercicio, la frecuencia cardiaca correcta, la grasa será el nutriente principalmente utilizado, produciéndose así el adelgazamiento.

En el caso de los abdominales/cintura/lumbares, entendemos 10/15 minutos de ejercicios variados, a través de los cuales se consigue como resultado un aumento del tono muscular de los mismos pero pocoadelgazamiento.

Mi propuesta consiste en combinar ambas prácticas.

Se toma como base cualquiera de las prácticas aeróbicas anteriormente citadas,aprovechando de esta manera la utilización de la grasa, como nutriente principal y se intercalan periódicamente circuitos deejercicios de abdominales/cintura/lumbares.

 

Un ejemplo puede ser el siguiente.

  • Aerobicos 7/10 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos.

  • Aerobicos 2 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos.

  • Aerobicos 2 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos.

  • Aerobicos 2 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos

Como se puede deducir de la tabla anterior, en una sesión de 30/40 minutos, a la frecuencia cardiacacorrecta (65/80% FCM), será la zona de los abdominales/cintura/lumbares la mayoritariamente solicitada.

Como resultado se obtendrá un aumento del tono muscular y un adelgazamiento muy localizado en la zona abdominal, al ser la grasa depositada en dicha zona, la que será utilizada como principal combustible del entrenamiento.

Así que, para “lucir” abdominales este verano, poner en práctica esta rutina, sin olvidar que una correcta alimentación aumentara todos los beneficios anteriormente citados

 

Hasta la próxima ocasión, un saludo.

Tiempo de espera entre ejercicios y series

En los entrenamientos de fuerza siempre ha aparecido una duda referida sobre el tiempo de espera entre series y entre ejercicios. Es cierto que existen muchas teorías al respecto. Nosotros en este post vamos a detenernos en algunas de ellas para ver qué podemos hacer y lo que nos aportará esto. 

Para muchos los descansos son la clave de cualquier entrenamiento, y es que dependiendo de los resultados que queramos conseguir podemos prolongarlos, hacerlos más cortos o por otro lado aprovecharlos para realizar otro tipo de ejercicios en los que trabajaremos otra parte del cuerpo. 

Descansos de un minuto: 

Ante todo comenzaremos por una de las teorías más extendidas, y es la que dice que los descansos deben durar como mucho un minuto, ya que de este modo no romperemos el ritmo ni detendremos la circulación que se lleva a cabo en los músculos mientras estamos realizando un ejercicio. Esto lo que nos dará será un mayor rendimiento y mejores resultados, pues se supone que los músculos estarán más pletóricos. La verdad que visto de este modo puede sonar muy bien, pero cuando lo que perseguimos es un desarrollo muscular elevado y para ello llevamos a cabo ejercicios con grandes cargas, un minuto puede ser poco tiempo de descanso y podemos conseguir lo contrario de lo que andamos buscando, que es fatigarnos antes y no poder realizar los entrenamientos de manera correcta. 

Descansar el tiempo que los músculos nos pidan: 

Por este motivo cuando queremos llevar a cabo un entrenamiento intensivo es aconsejable descansar entre series el tiempo que nuestros músculos necesiten para recuperarse y estar a punto para afrontar de nuevo las cargas a las que les vamos a someter. No es que tengamos que descansar entre series media hora, sino que debemos dejar el tiempo suficiente para que los músculos se oxigenen y estén listos para trabajar de nuevo. 

Descansar entrenando otras partes del cuerpo: 

La última opción que se suele usar mucho es intercalar en los descansos otros ejercicios en los que se trabaje otra parte del cuerpo. Esta alternativa está muy bien para ahorrar tiempo, pero con este tipo de entrenamiento no podemos trabajar con cargas elevadas, pues realmente, aunque trabajemos otra parte del cuerpo, no estamos descansando. 

Es cierto que en rutinas en las que usamos una carga liviana y la tensión no es tan elevada, podemos alternar este tipo de ejercicios en los descansos, pues de este modo estaremos activos durante todo el entrenamiento. Debemos tener presente que si elegimos esta forma de entrenar y aprovechar los descansos el rendimiento no va a ser tan elevado como con las otras formas anteriores.

10 consejos para ponerse en forma después del verano

Si durante este verano te has puesto el reto y tienes claro que de una vez por todas te vas a poner en forma, y de que no vas a pasar un verano más teniendo que disimular esos michelines, te damos 10 pautas que te ayudarán a conseguirlo. El otoño es la mejor época del año para comenzar a cambiar tu estilo de vida y conseguir ponerte en forma.

1. Elige la hora del día que más te convenga para entrenar

Después de un verano más o menos caluroso, en que las altas temperaturas reducían la posibilidad de practicar ejercicio a las primeras horas de la mañana, ahora en otoño, con un clima más suave, puedes elegir la hora del día en que prefieres entrenar. Intenta que sea una hora en la que vayas a poder entrenar sin interrupciones, se trata de que crees hábito. Si practicas deporte a la misma hora durante 2-3 semanas, habrás creado hábito y ya no fallarás, ¡estarás enganchado!

Cada uno entrena mejor a una hora diferente del día. Encuentra la que más te conviene, así fallarás menos. No hay una hora ideal para practicar deporte; dependerá de tus biorritmos, tu tensión y tus hábitos.

2. Introduce en tu plan ejercicios aeróbicos

En cualquier entrenamiento es básico que se incluya una parte de entrenamiento aeróbico, andar, correr o bicicleta. A ser posible es mejor y más conveniente que los practiques en exteriores. Si tienes una playa cerca, el remo y la natación son las actividades ideales, para quemar calorías y mejorar tus ritmos cardiacos.

3. Apúntate a una actividad dirigida

Si te cuesta mantener la disciplina para realizar una actividad deportiva por tu cuenta, ahora en septiembre comienzan de nuevo las clases y las actividades dirigidas en los gimnasios. Es el momento de engancharse a una, en apenas un par de meses te habrás puesto al día y serás uno más en la actividad que hayas elegido.

4. Contra-programa la televisión

Si te aburren las actividades aeróbicas y no te va lo del gimnasio, te sugiero que te pongas delante de la televisión, ante tu serie favorita, el telediario, o una buena película y te subas a la bicicleta estática. Si te lo propones puedes quemar muchísimas calorías. Si haces por ejemplo bicicleta todos los días, durante 50 minutos mientras ves las tele, al cabo de una semana habrás quemado cerca de 5.000 calorías y, al cabo del mes más de 20.000.

Durante el programa mantén una intensidad suave para que puedas seguirlo y cuando pongan anuncios, en lugar de hacer ‘zapping’, dedícate a imprimir un punto más de velocidad e intensidad al ejercicio. 

5. Que el deporte sea parte de tu vida

Probablemente habrás oído cientos de veces que debes incrementar el ejercicio, aunque sea de forma suave: bajarte un par de paradas antes del autobús y caminar, subir o bajar las escaleras de casa o de la oficina. Te damos otras sugerencias que te ayuden a que el deporte y el ejercicio pasen a ser parte de tu vida: si llevas a los niños a entrenar por las tardes o a clases de inglés o de música, oblígate a que en lugar de esperar sin hacer nada, contestando correos electrónicos o leyendo un libro, llévate las zapatillas y sal a correr aunque sea media hora.

6. Crea hábito

Aunque ahora te cueste y algún día que otro se te haga cuesta arriba el pensar en hacer ejercicio, aguanta y sé constante, en apenas tres o cuatro semanas habrás conseguido que el ejercicio se convierta en rutina y pase a ser parte de tu actividad diaria, algo imprescindible en tu vida cotidiana. Márcate un programa de entrenamiento realista y que puedas cumplir.

7. Las 3 C’s: compromiso, constancia y conveniencia

Si eres capaz de cumplir con las 3 ces, y debes serlo, conseguirás ponerte en forma.

Compromiso: Déjate de historias y de excusas, las tuyas son tan banales como las de los demás: que si no tengo tiempo, que si el trabajo, la familia, etc. Quien quiere puede y quien puede debe, que dice un amigo. Así que busca una hora al día, haz el hueco en tu agenda y resérvalo en tu calendario.

Constancia: Es más importante hacer todos los días quince minutos de ejercicio que una hora una vez a la semana. La clave para mejorar es ser constante y hacer ejercicio todos los días.

Conveniencia: Debes fijar la actividad, la hora y el lugar donde vas a entrenar de la forma más cómoda posible. Todos tenemos multitud de obligaciones, por lo que es básico que el ejercicio sea parte de nuestra rutina diaria de la forma más sencilla y fácil posible.

8. Entrena también en la calle

Como decíamos arriba, aprovecha el buen tiempo para entrenar en la calle, suele ser más variado y divertido que hacerlo en gimnasios. Como anochece antes, si corres o montas en bici debes hacerte con reflectantes y hacerte visible a los coches. Si puedes, entrena en parques o en pistas de arena antes que en asfalto o en carretera.

9. Vístete como una cebolla

En otoño el tiempo es más variable, por eso es conveniente que te hagas con ropa técnica apropiada para cada condición climatológica y que puedas usar varias capas, dependiendo del tiempo. Camiseta, con una sudadera técnica o cortavientos, que podrás quitarte o ponerte según exija el tiempo. Si corres, la mayoría de los días bastará con una camiseta. En cuanto empiezas a rodar entras en calor y puedes hacerlo en camiseta hasta con una temperatura de 6-7 grados. Si baja de ahí, debes usar una segunda capa y si arrecia el viento o llueve, entonces debes ponerte el cortavientos.

Si vas en bici, la sensación de frío aumenta, por lo que debes abrigarte más aunque la temperatura no sea muy baja.

10. Encuentra y mantén la motivación

Cada uno tiene una motivación diferente. Sea cual sea, debes tenerla presente para no abandonar y ser constante sobre todo en los primeros 30 días, mientras creas el hábito y lo haces rutina. Es importante que esa motivación la establezcas antes de empezar y la recuerdes todos los días. Si por ejemplo tu motivación es perder peso, pésate casi a diario, para controlarte y ver los resultados día a día. Si tu motivación es ganar fuerza, apunta en una agenda las repeticiones y los pesos que levantas cada día, podrás ir comprobando la progresión. Si lo que quieres es correr más, haz lo mismo; apunta tus entrenos, verás como irás consiguiendo nuevas metas que te mantendrán motivado.

Algunos consejos Fitness para principiantes

Etiquetas: Entrenamientos, Destacados

Empezar a hacer fitness o simplemente empezar a ponerse en forma, de la misma forma que cuando se inicia cualquier actividad nueva nos plantea muchos interrogantes, debido a la nuestro desconocimiento de ese nuevo entorno.

Lo ideal es no hacer ese camino en solitario, sino buscar información o consejos sobre fitness, ya sea en la web, mediante conocidos o familiares que sepan más que nosotros o, de una forma más avanzada, con la ayuda de un profesional, ya sea de forma individual (personal trainer) o colectiva (gimnasio, clases de alguna actividad específica, tipo Pilates, spinning, etc.).

A modo de ayuda virtual, vamos a comentar algunos consejos de interés, respecto a algunos de los puntos que se deben conocer cuando uno es principiante en fitness:

- Estiramientos: a pesar de lo que se decía antiguamente, no es preciso hacer estiramientos musculares antes y después del ejercicio. Se ha demostrado que hacer estiramientos antes del ejercicio disminuye el rendimiento durante la actividad física, por lo que se aconseja hacerlo una vez terminada la rutina de entrenamiento y no antes.

- Las rutinas de ejercicios no deben superar los 60 minutos, ya que exceder ese tiempo no es eficaz ni eficiente, y además tiene consecuencias corporales poco saludables.

- Ropa adecuada para hacer fitness. Este es uno de los consejos más importantes para hacer fitness. Es muy importante que la ropa empleada para hacer fitness o cualquier ejercicio físico sea la adecuada. No importa que sea de una marca muy sofisticada. Lo fundamental es que se trate de ropa cómoda, adecuada para la disciplina que estemos realizando (no es lo mismo hacer Pilates que spinning o kick-boxing).

- Programa rutinas de ejercicios en función de tus metas, pero sin pasarte. Es demasiado frecuente ver cómo muchas personas empiezan a hacer fitness con mucha ilusión y metas muy elevadas y se desaniman por no alcanzarlas. Se trata de mejorar los hábitos y eso requiere tiempo. Vayamos poco a poco y llegaremos más lejos.

- Controla lo que haces mediante un registro. Es muy interesante que apuntes las actividades que realizas (ya sean rutinas de musculación o simplemente pasear en bicicleta) y podrás comprobar, revisando los tiempos e intensidades, cómo vas programando con el tiempo.

- Concédete algún “día de fiesta”: si, de vez en cuando, no te sientes motivado o ilusionado, no fuerces demasiado el tema. A veces es mejor concedernos un día de vacaciones y retomar los objetivos al día siguiente con más ganas.

- Ya que estás empezando a hacer algo por tu cuerpo mediante la actividad física, piensa también en mejorar un poco tu nutrición. Si la alimentación es la adecuada, facilitas mucho tu capacidad de hacer un adecuado entrenamiento físico. Comer sano puede ser rico, además de saludable.